El Covirán Granada arrolló este sábado al Gran Canaria (80-66) en un partido en el que los de Pablo Pin fueron claramente superiores.

Los granadinos empezaron muy enchufados el encuentro, especialmente en defensa, y dos triples consecutivos de Thomas Broleph les permitieron acabar el primer cuarto seis puntos arriba (19-13).

El segundo cuarto fue un ciclón nazarí y tanto el acierto de jugadores de la casa como Lluís Costa o Cristian Díaz como el impecable trabajo defensivo del colectivo ayudan a explicar que el equipo llegase a ponerse con veinte puntos de ventaja, aunque al descanso la diferencia quedó en diecinueve (39-20).

El tercer cuarto fue una partida de ajedrez. El cuadro grancanario intentó reducir su desventaja pero Christian Díaz estaba muy enchufado y Luke Maye también estaba por la labor de dejar el encuentro sentenciado por lo que el choque encaró su recta final con un 60-40 en el marcador después de que Ndoye conviertiera en un espectacular mate una no menos espectacular asistencia de Costa.

En el último cuarto Gran Canaria recortó distancias, pero los errores en el pase que acumuló a lo largo de todo el partido le pasaron factura y muy a duras penas pudo acercarse a los -10 puntos de desventaja. En el tramo final Lakovic fue expulsado por protestar después de que los árbitros le pitaran una técnica con poca discusión. Pese a que los canarios llegaron a ponerse siete abajo (72-65), un triple de Luke Maye a un minuto del final hizo que el triunfo que deja al Covirán Granada a las puertas de la salvación no corriese peligro.

Texto: Antonio Navarro (@rincondeantonio)

Foto: Fermín Rodríguez/Fundación CB Granada

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