El Granada cayó derrotado fuera de casa por segunda semana consecutiva y esta vez, en Zaragoza, con el agravante de que pareció no haber aprendido nada de la anterior derrota en Gijón. El equipo rojiblanco volvió a las andadas y no tuvo ideas en la primera parte ni acierto en la segunda.
Si Iván hubiese estado más acertado a la hora de finalizar las dos ocasiones que tuvo, el Granada se habría marchado a la caseta con un sonrojante marcador en contra pero no fue así y tan solo Fran Gámez, tras una pared con Bermejo, fue capaz de batir a Raúl Fernández con un violento disparo cruzado (1-0).
El centro del campo formado por Meseguer y Pol Lozano estaba haciendo aguas como si se tratase del Titanic pero la calidad individual de Bryan y Uzuni fue lo que estuvo a punto de salvar algún punto en La Romareda, un estadio en el que la ocasión más clara de los rojiblancos durante el segundo acto llevó la firma de Quini, que estrelló un balón en el larguero antes de que el partido expirara para alegría de un Zaragoza que tiene media permanencia en el bolsillo y para pena de un Granada al que le toca vivir un auténtico vía crucis cuando el calendario lo obliga a jugar lejos del respaldo de su afición.